jueves, 25 de noviembre de 2010

ESTRES, DESEMPEÑO LABORAL Y METODOS PARA COMBATIR

 

 

 

El manejo del estrés


En algunas ocasiones, el exceso de trabajo, las responsabilidades familiares y hasta la espera de algún acontecimiento importante, nos puede generar una situación de estrés, sin embargo, ¿qué significa este estado de fatiga? A continuación te brindamos algunos conceptos claves para saber cómo manejar esta situación desestabilizadora.

Claves para manejar el estrés



A continuación, detallamos algunas recomendaciones para aquellas personas que se han sentido estresadas en algún momento de su vida:

- Hacer ejercicio y escuchar música

- Meditar o asistir a sesiones de relajación

- Acudir a reuniones sociales y eventos culturales

- Conversar con su pareja, familiares y personas allegadas

- No escapar del problema a través del acohol o drogas

1. Habla con alguien de confianza.
Si el estrés es abrumador y la ansiedad está fuera de control, pídele a alguien de confianza que le ayude. Simplemente hablar sobre tus miedos y preocupaciones con un cónyuge, un amigo, supervisor o compañero de trabajo puede reducir significativamente el estrés. Obtener el apoyo y la comprensión de una persona de confianza a menudo abre nuevos caminos para la adopción de medidas positivas para abordar el estrés en tu vida.
2. Tómate un descanso corto.
Si notas que tienes problemas con el estrés en un día particular en el trabajo, toma un breve descanso para despejar tu mente. Tal vez dando un paseo a paso ligero o cerrar los ojos y relajarse durante unos minutos pueda ayudar. A veces centrar tu atención en otra actividad durante un breve momento puede reducir la tensión casi de inmediato.
3. Haz ejercicio regularmente.
Nada parece tener un efecto más inmediato sobre el estrés que el ejercicio aeróbico (por ejemplo, correr, andar en bicicleta, nadar). Cuando haces ejercicio, las sustancias (llamadas “endorfinas”) que se liberan en el cerebro inducen una sensación de bienestar y satisfacción. Trata de hacer al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico (es decir, el tipo que te hace sudar un poco) tres o más veces por semana para aumentar tu energía, levantar el espíritu, calmar los nervios y relajar el cuerpo.
4. Saca tiempo para relajarte todos los días.
Cuando te sientes ansioso y estresado, a menudo olvidas relajarte. Una de las mejores maneras de lidiar con el estrés consiste en introducir por lo menos 20-30 minutos de relajación en tu rutina diaria. Esto significa encontrar un lugar tranquilo lejos de las distracciones, donde puedas estar solo. Acuéstate o siéntate cómodamente en una silla, cierra los ojos, e imagina ir a un lugar  donde podrás relajarte y sentirte en paz. Al utilizar este tipo de técnica de relajación, serás capaz de reducir tu ansiedad, reducir la tensión muscular, el dolor y mejorar tu estado de ánimo con otras personas.
5. Duerme lo suficiente cada noche.
Está claro que el sueño es fundamental para el funcionamiento óptimo del cerebro. La investigación ha demostrado que el sueño insuficiente da como resultado inestabilidad del estado de ánimo, reducción de la capacidad cognitiva, irritabilidad y períodos de confusión. Cuando se priva del sueño, es mucho más difícil mantenerse emocionalmente equilibrado y manejar el estrés en el trabajo. Haz todo lo posible para tener por lo menos de seis a ocho horas de sueño cada noche.
6. Evita la cafeína y la nicotina.
Tanto la cafeína (café, té negro y algunas gaseosas) y la nicotina disminuyen significativamente el flujo de sangre al cerebro. Esto solamente empeora la ansiedad. Fumar cuando te sientas abrumado y estresado puede darte una aparente calma, pero la nicotina es un estimulante poderoso que realmente aumenta los niveles de ansiedad.

12. Controla tus pensamientos negativos.
Tu estado emocional general depende fundamentalmente de la clase de pensamientos que tienes. Los pensamientos liberan ciertos químicos en el cerebro, y estos productos químicos tienen un efecto dramático en cómo te sientes. Estar enojado, triste, de mal humor libera ciertos químicos que hacen que tu cuerpo se sienta mal. Y los pensamientos felices, esperanzadores y compasivos liberan otras sustancias químicas que hacen que tu cuerpo se sienta bien. Tu cerebro traduce tus estados emocionales en estados físicos de relajación o tensión.  El resultado de los pensamientos negativos son tensión y angustia. El resultado de los pensamientos positivos en tu cuerpo es la relajación. Si por lo general, tienes pensamientos pesimistas o sombríos, aprender a controlarlos te ayudará a lidiar más efectivamente con el estrés y la ansiedad en tu vida.

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